Al
correr la cortina descubrí que se había marchado, sin darme cuenta sentí la
soledad del fondo de mi corazón, sin pensarlo me sentía vacio en está gran
habitación. Salí a buscarla por la ciudad, sin ninguna suerte; la he buscado
desde entonces y no la encuentro. Todos los días voy al cine a la misma hora
para buscarla, no pierdo la esperanza de volver a verla, volver a charlar con
ella, volver a sentirla cerca de mí.
Todas las noches sueño con su
hermoso cabello rubio y al despertar recuerdo que no está, ahora no salgo, he
aumentado de peso, tengo el cabello largo y barba en la mitad de mi rostro, veo
todo perdido para mí.
Hoy es un día más de mi
amargada vida, bueno con una diferencia, recibí una carta, es ella, me escribe
para pedirme disculpas por haberse marchado, me cuenta que vive y trabaja en Francia
como psicóloga de un respetado hospital, me invita a visitarla en dos días; ha
pasado tanto tiempo que no se si ir, estoy tan cambiado, la llamo y le pido que
me espere un mes para poder ponerme en forma.
Al transcurrir el mes voy a Francia
a visitarla, me presenta a su esposo y su hijo, el se llama como yo, por el
gran afecto que siente hacia mi; permanezco con ellos aproximadamente un año,
ella me da apoyo con una de sus terapias de grupo y con esto cambio mi forma de
ver el mundo y de verme a mí mismo, ahora estudio ingeniería y tengo muchos
amigos y una novia muy muy hermosa.
